La desobediencia produce
dolor
Versículo
bíblico: “Pues
como vosotros también en otro tiempo eráis desobedientes a Dios, pero ahora
habéis alcanzado misericordia..." Romanos 11: 30.
Una
historia para meditar: Franchesca
era una joven consagrada a Dios, había crecido en un hogar cristiano, así que
conocía lo bueno y lo malo, sin embargo un día decidió hacer las cosas “a su
manera” y aunque su familia la aconsejó respecto a no casarse con alguien tan
contradictorio a su fe, ella no escuchó los consejos, pues pensó que el amor
todo lo podría, era un muchacho que realmente no la hacía completamente feliz,
pero Franchesca tenía temor a la soledad, además no habían muchos chicos que la
hubiesen pretendido, así que pensó “Peor es nada, quizás este sea mi último
tren”. Ella pasaba por alto las cosas que sabía que estaban mal por temor a
perderlo, finalmente se casó. Pero la
muchacha no fue feliz, las diferencias eran tan evidentes que su vida
espiritual menguó, y aunque amaba a este hombre poco a poco se percató que debía
cargar con un matrimonio donde estaba siendo infeliz y donde no se sentía
plena, recordó los consejos de sus padres e incluso meditó en las señales que
Dios le había dado anteriormente para no casarse con ese muchacho, pero ella
prefirió no escuchar y hacer las cosas a su manera.
Al igual que Jonás muchos de nosotros nos
hemos llegado a enojar con Dios, porque a veces Él nos dice qué hacer para
bendición de nuestras vidas y la de los demás, pero en vez de esto le llenamos
de argumentos haciéndole ver nuestro punto de vista que es limitado, cuando
bien sabemos que Él todo lo sabe, preferimos seguir nuestros instintos y no
confiamos en lo que Él ya nos ha declarado en Su palabra, es cuando entonces
debemos asumir las consecuencias de nuestra desobediencia y no culpar a nadie
de nuestras malas decisiones.
Preguntas
y actividades para meditar:
11) ¿En
qué estoy desobedeciendo la voz de Dios? ¿esto ha traído dolor a mi vida?
22)¿Qué me ha dicho Dios que debo hacer y
aún no lo he hecho? Ejemplo: perdonar, dejar un vicio, alejarme de una persona que
no me conviene, obedecer un mandato de Su palabra donde he fallado
constantemente.
33)¿Al igual que Franchesca (la de la historia de reflexión) he tomado alguna decisión que
estuvo fuera de la voluntad de Dios? De ser así ¿he pedido perdón a Dios y he
reconocido mi soberbia al no haberle consultado antes?
44)Haz una lista de las veces en las que
Dios te libró de cometer errores en los que tú estabas empeñado (a).
55)¿A quiénes les has ocasionado dolor con
tu desobediencia?, ¿debes pedirle perdón a alguien a causa de hacer las cosas a
tu antojo?.
Promesa
de Dios para mi vida:
“Yo, yo soy el que
borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”.
Isaías 43:
25.
Reflexión: “Una
de las razones por las que Dios nos prohíbe ciertas cosas es para evitarnos el
dolor del fracaso, o el sentirnos frustrados, no es porque Él sea un
aguafiestas, pues como Buen Padre siempre sabe qué es lo mejor para sus hijos”.
Liliana
Lizcano.
Oración: Padre Celestial,
reconozco que me he dejado guiar por mis emociones muchas veces antes de
consultar contigo las cosas, y la Biblia me dice que engañoso es el corazón más
que todas las cosas, mis emociones pueden cambiar de un momento a otro pero tu
Palabra no cambia, enséñame a aferrarme a Tu voz, pues tú puedes ver más allá
de lo que yo veo. Pongo delante ti mi vida, para que tú me ayudes a enderezar
lo que yo he torcido y así poder cumplir el propósito para el cual me creaste.
Amén.
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