Lucas 8: 16
"Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz."
Reflexión:
El amor de Dios en nuestras vidas debe ser esa luz que alumbre a los que están a nuestro alrededor, no podemos ocultar lo que por gracias hemos recibido de Cristo, con Su amor podremos irradiar su perdón, bondad y redención, se pues la luz que están necesitando en tu hogar, en tu trabajo, a la gente que a veces no soportas, te aseguro que si ellos pueden ver a Cristo a través de tu vida, podrán creer que Dios es un Dios real y que también puede transformar sus vidas. ¿Serás hoy esa luz en medio de la oscuridad?.
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