Cuando sentimos que Dios nos ha olvidado
“Lo que más duele es pensar que el Altísimo ya
no es el mismo con nosotros.” Salmo 77: 10.
Hace algunos años atrás sufrí de una
depresión severa, en ese tiempo todo era gris, y pensaba que Dios se habría
olvidado de mí pues eran demasiadas situaciones que aprisionaban mi corazón,
llegué a sentirme como José en el pozo cuando fue lanzado por sus propios
hermanos, me sentía sola, sin verdaderos amigos y sintiendo que mis seres
amados me habían dado la espalda sin motivo alguno justificado.
En esos momentos uno se pregunta tantos ¿por
qués? A Dios, y duele imaginar que a Él no le importa nuestro dolor. Sin embargo el Salmista sigue diciendo que
recordará aquellos tiempos en los que vio el poder de Dios obrar en su vida, y
si Jehová le había ayudado y le había sostenido en esos momentos ¿por qué
habría de abandonarle ahora?.
Él es un Dios fiel y aunque a veces nos rompemos
el coco tratando de entender Su voluntad, debemos tomar en cuenta que en esos
instantes somos como una oruga en una crisálida que no tiene ni idea que al
salir de allí lo hará con alas, y muchas de las circunstancias adversas son
para darle a nuestra fe una oportunidad de renovarse y crecer, Él no hará nada
para destruir nuestra fe, todo lo contrario, la hará más fuerte pase lo que
pase.
TRES COSAS PARA RECORDAR:
1) En
los días de llanto no busques a alguien que comprenda tu dolor, porque a veces
la gente en vez de alentarte te atacarán, mejor busca a Dios en primer lugar,
como dice su palabra: “El día que estoy triste busco al Señor y sin cesar
levanto mis manos en oración, por las noches…”. Salmo 77: 2.
2) Aunque
te desanimes y el dolor sea fuerte, recuerda los momentos que Dios te ha
regalado en los que has disfrutado de dicha, amor, bienestar y donde has visto
su poder: “Recordaré las maravillas que hizo el Señor en otros tiempos; pensaré
en todo lo que ha hecho” Salmo 77: 11, 12.
3) No
olvides que Satanás intentará amedrentarte haciéndote pensar que Dios es el
causante de tu mal, o que lo que Él está haciendo en tu vida son ideas macabras
de un Dios que leda placer ver el sufrimiento de sus hijos, eso no es así, “Oh
Dios, tú eres santo en tus acciones…” Salmo 77:13 a. Recuerda que nuestra
perspectiva no es la misma que posee Dios, nuestra vista está limitada al
tiempo y al espacio, la de Jehová no lo está, Él nos dará consuelo, nos
levantará y juzgará lo que haya de ser juzgado.