jueves, 14 de enero de 2021
Empezando el día
miércoles, 13 de enero de 2021
La buena batalla
La buena batalla
martes, 12 de enero de 2021
Guarda tu corazón
Guarda tu corazón
lunes, 11 de enero de 2021
Bajo tu cobijo
Bajo tu cobijo
jueves, 7 de enero de 2021
Acciona
Acciona
martes, 5 de enero de 2021
En cada lección
En cada lección
lunes, 4 de enero de 2021
Como una torta
Como una torta
domingo, 3 de enero de 2021
El dilema de las redes sociales
El dilema de las redes sociales
sábado, 2 de enero de 2021
Sobre todas las cosas
Sobre todas las cosas...
Recuerdo que una vez di mi opinión cristiana con respecto a algo que pensaba, y aunque yo respeto a mis amistades que tienen diferentes opiniones que yo, aquel día una amiga sin decirme perro me mostró un hueso (es un refrán) estaba tan de mal humor que hasta habló que todos los cristianos evangélicos eran iguales, unos ignorantes, etc., recuerdo que me dije: Lili, ¿Qué haces compartiendo las perlas con los cerdos? (Mateo 7: 6) así que guardé silencio, dejé que dijera todo lo que ella quisiera, pero fue la primera señal que esa persona me dio para saber que no debía invertir tiempo en esa amistad, ni permitirle mucho espacio en mi corazón, pues me estaba insultando, estaba dando su punto de vista metiéndome a mí en el mismo saco de sus malas experiencias con los cristianos que había conocido. Decidí darle una segunda oportunidad, haciéndome la falta de memoria, sin tomar en cuenta la ofensa, pero en varias ocasiones noté actitudes que me decían "algo no está normal con ella", así que empecé a guardar mi corazón de amistades en las que no podía invertir tiempo y cariño, e invertí ese tiempo en amistades nuevas y personas que hace tiempo no veía, los cambios empecé a tomarlos poco a poco, hice una lista de personas que me aceptaban tal y como soy, incluyendo mis creencias y mi manera de ser para bromear, para mi sorpresa la lista contenía personas que me brindaban mucha alegría, retomé entonces nutrir esas relaciones con viejas amistades que siempre han tenido algo bueno para decir, que tienen en sus corazones sabiduría, que no me juzgan cuando me equivoco y me enseñan a mejorar, eran también personas humildes para reconocer sus faltas o para pedir un consejo, eran personas capaces de expresar sus emociones de forma asertiva y así fue que comprendí que debía invertir tiempo en este tipo de amistades, me alejé e incluso salí de grupos en los que no encontrara esto que si hallaba con estas personas que últimamente me decían las cosas con todo el amor del mundo para ser mejor persona, no podía por ningún motivo quedarme donde una amistad en vez de ayudar te hunde. Al principio no sabía si hacía lo correcto, pero rápidamente me di cuenta que fue lo mejor.
Liliana Lizcano.
viernes, 1 de enero de 2021
Un nuevo tiempo de crear