“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.”
Isaías 58:11 (NVI)
No hay mejor metáfora que la de un jardín para ilustrar la forma en la que Dios bendice nuestras vidas con su presencia, habla que aunque haya sequía, esos momentos duros y difíciles por los cuales tengamos que pasar, Él promete fortalecernos, y nos habla de saciar nuestro ser. Si usted alguna vez ha estado sediento conocerá la sensación tan refrescante de beber un vaso de agua luego de estar agotado y sentir que tiene seca la boca, es una sensación de calma, quietud y paz luego de beber el agua, eso mismo trata explicarnos Dios, sólo Él puede darnos esa quietud, tranquilidad y calma que buscamos en los momentos más fuertes que tengamos que vivir, jamás soltará nuestra mano y estará allí para sostenerte a ti y a mí si ponemos nuestra confianza en Él y su sabia voluntad.
Liliana.
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