Cuando
me llamas hija
Cuando
me llamas hija tus brazos cobijan mi alma solitaria
y la ternura de corazón abriga el mío.
Cuando
me llamas hija en el aire queda tu fragancia
y el
invierno desvanece marchándose con su frío.
Cuando
me llamas hija ya nada temo,
al
cielo me elevo
como
águila en su vuelo.
Cuando
me llamas hija comprendo mi destino
y mi
llanto encuentra alivio
en
tus palabras de consuelo
que
susurran a mi ser que en Ti ¡Todo lo puedo!.
Autora: Liliana A. Lizcano.
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