miércoles, 13 de enero de 2021

La buena batalla

Publicado por Liliana Lizcano en 6:00:00 a. m.


La buena batalla


   La buena batalla la empiezas contigo mismo, la mayor conquista que debemos tener es la del dominio propio, la del poder crecer y florecer en cada área de nuestras vidas conforme a la voluntad de Dios, tarea que no es NADA sencilla, lleva tiempo, moldear tu carácter, rendir tus emociones ante Dios y no ante tu propia carne e impulsos o emociones, en fin, es ir creciendo.  Esto va a significar cerrar puertas a personas o cosas que te alejen de tu relación con Dios, no va a ser fácil, pero cuando ves que una persona o algo no te edifica es tiempo de decir "basta", "hasta aquí", el tiempo poco a poco me ha demostrado que no estaba equivocada cuando algo me inquietaba y cuando no me sentía mal con algunas personas o situaciones que no me edificaban, ojo, yo no soy perfecta, yo soy tan imperfecta como tú, como cualquier persona lloro, me enojo, me desanimo, pero estoy clara que no puedo estar estancada y que debo crecer, que las experiencias y las personas que conozca en mi caminar, afectarán positivamente o negativamente a mi vida de acuerdo a las decisiones que yo tome o como yo maneje esas amistades o relaciones personales. 

   Cuántas veces algunas personas de tu entorno te han impedido crecer, han sido personas que en vez de hacerte bien te han generado estrés, molestia, heridas, queriendo o no queriendo, el hecho es que debes pedirle a Dios que te libre de todo mal, que se alejen o tú alejarte de todo lo que pueda ser de estorbo para tu relación personal con Dios, para tu crecimiento como persona y que te estancan el alma.  

   Una amiga una vez me dijo:  "¿Quieres saber qué amistades son buenas o malas para ti?", pregúntate si con esas personas tú estás cumpliendo lo que Dios demanda de tu vida, si esas personas te alejan de tu relación con Dios, no vas a "florecer" estarás estancado en situaciones que no te convendrán. Si esas amistades o personas te ayudan a ser mejor persona, te aman, te respetan, te dicen las cosas en tu cara y no a tu espaldas con respeto y amor, esas son amistades que valen la pena conservar."

   Ese consejo me ha estado ayudando muchísimo, desde aquella vez que me lo dio empecé a pedirle a Dios que alejara a todas aquellas personas que Él quisiera alejar de mí, que le agradecía por cada una de esas personas, pero que necesitaba personas en mi vida con las que pudiera crecer como persona, con las que pudiera reír, (soy una persona que me gusta mucho reír), que fueran personas que respetaran mis creencias en Dios y lo que hago (había gente que critica lo que hago por los animales) y que trajera gente a mi vida que me ayudara a crecer y yo a ellos, creo que lo ha estado cumpliendo, sin yo haber hecho nada, algunas personas empezaron a mostrar su silencio (probablemente por sus ocupaciones o yo qué sé), y otras empezaron a acercarse más, gente con la que tenía tiempo sin hablar reapareció en mi vida, nuevas amistades que me han sacado risas y con las que puedo hablar de todo, incluyendo de mi fe sin que me digan "ignorante" por creer en lo que creo, compartimos con respeto, y eso a fortalecido nuevos lazos de amistad, he estado aprendiendo mucho en este tiempo y estoy agradecida porque todo lo que sucede es para bien, que la buena batalla aún no termina y debes empezarla en ti mismo y en tu entorno.

"Pelea la buena batalla de la fe, haz tuya la vida eterna a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos"  1 Timoteo 6: 12.

Liliana Lizcano.

  



 

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